¿Qué es la artritis reumatoide?

Se trata de una enfermedad crónica e incurable, que consiste en la inflamación de las articulaciones (estructuras que unen los huesos para permitir el movimiento), causando dolor y rigidez en la zona afectada.

Según el grado de la enfermedad, la artritis reumatoide también puede afectar otras estructuras, tales como la piel, los pulmones, ojos y riñones.

Derribando mitos

Es un mito bastante común que el origen de esta enfermedad sea por:

• El uso recurrente del teclado.
• Levantar objetos muy pesados.
• Cambios bruscos de temperatura.
• Infecciones virales.
• Consumo de ciertos medicamentos.
• Tabaquismo.

Estos factores no son responsables de la artritis, sin embargo, podrían agravar el cuadro clínico.

¿Cuáles son los síntomas que podrían indicar la presencia de artritis reumatoide en el adulto?

1. Pérdida de fuerza o debilidad, anorexia (falta de ganas de comer), adelgazamiento (pérdida de peso involuntaria).
2. Rigidez matutina.
3. Dolores musculares generalizados.
4. Los dolores en las articulaciones se presentan en pares, es decir en ambas manos, pies, hombros.
5. Inflamación de las articulaciones.

¿Cómo se diagnostica la artritis?

El diagnóstico de artritis reumatoide debe hacerse lo más rápido posible, ya que cuando la enfermedad avanza puede convertirse en incapacitante, debido a los síntomas que causa, tales como rigidez en articulaciones, tendones y ligamentos.

La importancia terapéutica

Tratamientos terapéuticos como la fisioterapia, hidroterapia y psicoterapia han demostrado ser excelentes en el tratamiento de la artritis reumatoide.

No solo son efectivos para mantener un buen nivel de movilidad, sino para tratar las emociones que la enfermedad genera.

En muy alto porcentaje los adultos mayores caen en una depresión severa como consecuencia de esta enfermedad. 

Existen centros especializados en fisioterapia en muchas ciudades, que brindan además tratamientos de hidroterapia para los pacientes.

Recomendaciones

Aquí tienes algunas recomendaciones a seguir si padeces artritis reumatoide.

Hay que evitar en lo posible una vida agitada con una gran actividad física o con estrés psíquico. Conviene dormir un promedio de 8 a 10 horas por noche.

Es bueno comenzar el día con un buen baño de agua caliente que contribuirá a disminuir la rigidez o el agarrotamiento articular matutino.

En cuanto al trabajo, si es posible, evitar actividades que precisen esfuerzos físicos, obliguen a estar mucho tiempo de pie, o necesiten de movimientos repetitivos, especialmente con las manos.

En el trabajo doméstico hay que evitar hacer fuerza con las manos, como abrir tapas, retorcer ropa, presionar fregones, etcétera. En algunas ortopedias se encuentran utensilios de gran ayuda para las tareas domésticas.

Si quieres hacer deporte, es conveniente andar en bicicleta en zonas llanas, nadar o caminar.

Durante el reposo es importante mantener una postura adecuada: las articulaciones no deben permanecer dobladas, hay que procurar tener los brazos y las piernas estirados. 

Es recomendable poner una tabla bajo el colchón y utilizar una almohada baja.

Esto ha sido todo por ahora. Espero que te haya sido de bastante utilidad.

¡Muchas gracias por tu visita!